Los funerales en Galicia.

(Foto: Seurro)

Este fin de semana he acudido a un capítulo de la vida que es la muerte. En este caso el padre de mi amigo Gudín. Pero no voy a hablar de ello, lo que siento, ya se lo he dicho a él.

Me he fijado como somos los gallegos a la hora de afrontar un entierro de un familiar, amigo, vecino, etc...

Cada uno acudimos con el rol de familiar, amigo, vecino...con nuestro pequeño interés particular y muchos siguen acudiendo solo por el simple echo de ir a un entierro por el "que dirán si no voy".

No ha ocurrido en este caso del padre de Gudín, pero por estas tierras es conocido, que cuando ponen un autobús para acudir a los entierros, hay personas que no tienen que hacer y van "de excursión" al lugar donde se celebran los funerales y ni llegan a acercarse a la casa del difunto. Por suerte, esto es cada vez, menos frecuente, ya que suelen hacerlo grupos de señoras y señores jubilados que no tienen nada mejor que hacer y los duelos se reciben cada vez más en los tanatorios.

Cuenta un amigo mio, que hace unos pocos años, en un funeral celebrado en los alrededores de Sarria, la familia del fallecido, se encontró un grupo de señoras haciendo un tour por la casa familiar habriendo puertas y más puertas, mientras se celebraba el duelo y las señoras casi ni se inmutaron al ser descubiertas y tuvieron la "grandeza" de decir "nos habiamos perdido"...por cierto, la familia del fallecido, no las conocía.

Tal vez sea por la cantidad de núcleos de población de Galicia (la mitad del total de España!), unido a la poca población y que "todos nos conocemos" lo que haga que los entierros en Galicia sean capaces a veces de paralizar poblaciones tan importantes como Sarria...pero lo que está claro, es que son lugares de reunión de mucha gente que a lo mejor, hace tiempo que no nos veiamos...pero todos nos iremos como se va el sol.

Un saludo.