Lo que la noche esconde...

Cuando era pequeño, me regalaron uno de tantos libros que venían con mucha ilustraciones sobre la ciudad y el campo. No recuerdo el título pero ilustraba el campo de día, el campo de noche, la ciudad de día y la ciudad de noche...y esta noche pasada, no daba dormido y me he asomado un rato al ventanal del piso en el que vivo en Viveiro guiado por las luces de la pequeña urbe y me encontrado con lo que la noche esconde mientras la ciudad duerme.

Parecía aquel señor de la ventana indiscreta de Hitchcock, pasaba de la 1 de la madrugada y es que lo que no se ve de día, la noche lo escupe a las calles.

En el transcurso de 5 minutos pude ver, mientras llegaba el camión de la basura haciendo su rutinoso turno y habitual ruido provocado por las prensas hidraúlicas, un típico coche tuneado a mal gusto que se acercaba a toda velocidad con un peculiar bramido, rodeando la ría, hacia el edificio donde vivo, sin percatarse del coche de la Policía Nacional escondido estratégicamente y que acto seguido salió en su persecución por todo el paseo marítimo.... a la vez, que un anciano caminaba cojeando apoyado en su bastón, del brazo de una señorita que dudo fuera su nieta (y que facilmente triplicaba en edad) del portal del edificio de al lado...en tanto, los camareros del bar de debajo de mi piso vaciaban el cubo de fregar el suelo con apestosa agua sucia, en la alcantarilla más cercana a la vez que bajaban las rejas y una pareja borracha discutía calle abajo haciéndose aspavientos y generando con sus gritos eco en toda la calle... el anciano abría la puerta de su Mercedes a la chica de dudosa reputación, mientras le acariciaba sus nalgas con la mano libre cerraba la puerta, y antes de montar en el coche, echaba una meada... los chicos del camión de la basura miraban a la chica, y se iban todos...mientras una chica solitaria pasea en bicicleta aprovechando el paseo marítimo y la ausencia de coches.

La noche ofrece lo que el día no le deja...pero ese halo místico y romántico, me invade. Parejas borrachas con discusiones apasionadas, ancianos con prostitutas, los encargados de hacer desaparecer la basura que generamos, coches a alta velocidad por las calles, chicas solitarias paseando en bicicleta... y todo bajo un manto de oscuridad, farolas y luces de neón.