Negarse a vivir lo normal.




Hola de nuevo. He vuelto.

Desde pequeño nos hacemos infinidad de preguntas a las que la vida no puede anticipar las respuestas hasta que las situaciones son vividas. Otras muchas situaciones nos imaginamos como podrían ser y nos causan miedo por el “¿qué pasará?” y por ello no las vivimos, o no queremos volver a vivirlas.

Siempre me he caracterizado por arriesgarme demasiado en situaciones que muchos tacharíais de “alocadas” pero siempre lo he hecho para probar mis límites, por algún motivo o tal vez exceso de testosterona, no lo sé, y sin embargo, lo que muchos consideráis quemar etapas de la vida normalmente…yo lo he congelado. No quiero vivirlo.

Ahora que he vuelto a mi patria chica veo más de cerca la vida de mis amigos, familiares y conocidos de aquí y alrededores y a pesar de estar poniendo toda la carne en el asador para darme asentando por fin a mis 31 años…sigo teniendo miedo a la vida rutinosa que veo en sus miradas apagadas. Miedo a no poder tomar las decisiones por mi mismo, a tener que consultar mis movimientos y tener que dar explicaciones de todo y para más tarde acudir al abrigo de una caña con los amigos para luego tener que volver a casa a continuar una vida de rutina al lado de una persona que tal vez no sea la correcta. Ese es mi gran miedo y en la mirada de algunos que han tomado o están a punto de tomar esa decisión veo la represión y el “es lo que hay” que no logran controlar con el tiempo y que acaba en desastre o en una vida doble…por un lado hacen lo correcto a los ojos de la gente y por el otro, hacen su verdadera vida….que no es vida.

Decía una amiga mía que “no se daba sacado el complejo de Peter Pan” y yo me reía diciendo que eso no existía…y ahora está en mí.

Mientras todos quieren o no, hacer su vida con las fases marcadas por generaciones anteriores de tener pareja, buscar o hacerse un buen trabajo estable, formar un hogar, tener hijos,………escribir un libro…..resulta que sigo siendo un culo de mal asiento que solo quiero tener mi pisito de soltero.

Solamente corro un par de riesgos y son grandes; acabar como Joaquín Sabina y la leyenda urbana de que todos sus amigos tenían llaves de su piso para “escapar de la rutina”, y la absoluta vida en soledad donde las noches de insomnio se hacen eternas.

Yo seguiré atendiendo las llamadas de Peter Pan. De momento.
No estoy hecho para la vida de episodios con guiones ya escritos que otros han aceptado como suyos.

Comentarios

Dashiell ha dicho que…
Me alegro de poder volver a leerte, siempre es un placer hacerlo.

Un saludo.

P.D.

Espero que puedas continuar escribiendo sobre el mundo "Tecnocasa", es interesantisimo, y en esencia una visión desde dentro de la crisis actual.
Atrapado ha dicho que…
Por desgracia soy experto en reveses vitales. Todo lo negativo que me pasò en la vida solo me hizo aprender una cosa: "Cuando las situaciones te llevan a dar un paso atrás en la vida hay que usarlo solo para coger impulso y avanzar", Ánimo.
Anónimo ha dicho que…
Complejo de Peter Pan, como me suena eso a mi tambien :P...
Anónimo ha dicho que…
Que tema tan interesante!^_^

No hay que casarse y tener hijos para madurar en la vida.... por suerte!

Tampoco tienes que fijarte metas que son de otro.

Pero madurar si es importante.

Hoy los tios de 30 años son geneneralmente muy infantiles.

Madurar es reflexionar y aprender de los errores, buscar el equilibrio emocional solo o acompañado, vivir de la forma que te haga sentirte feliz contigo mismo, ... enfrentarse a la vida sin el escudo omnipresente del dinero de papi, sin que mami te lave la ropa sucia cada semana.

No creerse viejo con 30, ni creerse que lo sabes todo. Disfrutar de lo bueno y afrontar sin tragedias las derrotas.

Madurar es precioso. Deberias probarlo.

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